Una escultura que domina una pequeña plazoleta que descubrimos por casualidad.
Un calamar gigante que estaba a la entrada de una de las calles decoradas.
Un panel de circuitos en desuso que formaba parte de unas esculturas a la entrada de una calle.
Otra vista de los circuitos.
Motivos flamígeros y arácnidos.
Esta fue la calle que ganó el concurso este año.
Fabiola se enfrenta a su aracnofobia tocando, con recelo, una araña de cartón.
Esto era muy bonito, se mereció ganar.
El tubo es un espiral de alambre con una tela plástica alrededor, pero además está reforzado para que el alambre no pele la tela, un trabajo de chinos.
Nunca faltan los curaos.
Escultura a la entrada de una calle, puros monitores, gabinetes e impresoras en desuso y un paisaje Gigeriano.
Es muy importante en el concurso de calles decoradas que haya mucha utilización de elementos reciclados.
Una entrada espectacular a una calle con motivos de vampiros.
Esta calle vampírica tenía montones de cosas en el techo. Esto era lo más usado, hacer algo como una ramada en la calle y colgar miles de adornos de ella.
Un vitral hecho con una malla tipo gallinero y papel volantín encima.
