Santiago (100 palabras)

El Valparaíso usa chaqueta negra, bufanda y barba, es bohemio y parrandero. El Coquimbo lleva un gorro blanco y jeans, es alegre y relajado. La Concepción se pone parka y guantes, y tiene un trato suave; el Valdivia, ojos profundos y risueños; la Rancagua, manos partidas. El Punta Arenas lleva su vida aparte, él con su familia. El Arica es silencioso y sonríe, no como la Serena que cada vez que me ve hace un desprecio, y eso que yo nunca la miro con lascivia. - ¿Y el Santiago? - ¡A ése ... ni me lo nombren!


Este cuento fue comentado en la revista Bifurcaciones en el 2005.

Pedofilia e Internet

Las últimas propuestas difundidas por la prensa para combatir la pedofilia, reflejan la preocupación que sentimos quienes tenemos hijos, y al mismo tiempo un profundo desconocimiento de las nuevas tecnologías, en particular al tema de Internet.

La Web Chilena tiene dos millones de páginas, contra mucho más dos mil millones de páginas que existen en Internet. Por lo tanto aún poniendo todo de nuestra parte los Chilenos en este mundo digital sólo tenemos control sobre menos de 1/1000 (¡un milésimo!) del contenido en la Web.

Incluso si pudieramos poner "filtros" en su lugar, quienes distribuyen pornografía por Internet ya vienen de vuelta en esta materia, y pueden ir rotando, variando o modificando su dirección periódicamente para saltarse los filtros. Los filtros sólo producen una falsa sensación de seguridad.

Por último, para que estos filtros aspiren a tener algo de efectividad, la lista de direcciones Internet (técnicamente, direcciones I.P.) a ser filtradas debe ser secreta. Esto ha llevado a tal cantidad de abusos por parte de los operadores, como por ejemplo, bloquear sitios perfectamente legítimos sobre la base de ideologías políticas, que ha sido desechado en la mayoría de los países desarrollados.

Con todas las buenas intenciones que puedan tener estas iniciativas, aún de aprobarse, no pasarán de ser más letra muerta.


Publicada en cartas al director de "El Mercurio", 10 de Julio del 2002. Citado por Gran Valparaiso

El rey de los jureles

Señores del directorio, como saben nuestra prestigiosa fábrica de Jurel en conservas "Chile Lindo" busca a un gerente general. Quisiera leerles a ustedes el resumen ejecutivo que cada uno de los postulantes ha preparado:

Don Arturo dice: Chile Lindo está tan lindo que así se debe quedar. Habéis preguntado si el jurel debemos picarlo antes o después de cocerlo. Yo estoy harto de que me traten de meter en peleas políticas absurdas, y la respuesta es ni lo uno ni lo otro, sino una opción de centro centro.

Don Ricardo dice: he trabajado estos últimos años construyendo galpones para fábricas de pistachos en almíbar. De mi experiencia, la modernización de la producción pasa por entregar a una empresa el galpón y arrendárselos, a otra empresa le pasamos las máquinas para cocer, a otra las máquinas para cortar, licitamos la mano de obra y listo. Siempre con un componente social en mente, por cierto.

Doña Gladys dice: basta de discriminación. Un tarro con 3 alevines chicos debe valer lo mismo que uno lleno de jureles gordos. Pasaré las máquinas a manos de los trabajadores. Cada cual decidirá cuanto jurel producir de acuerdo a su capacidad. Cada cual recibirá su sueldo de acuerdo a su necesidad. El departamento de investigación de "Chile Lindo" buscará la forma de comunicarse con los jureles para que ellos también tengan voz y voto.

Don Tomás dice: me choca oír de cosas superficiales como neopaganismo y nihilismo, también he oído cosas de la gente ignorante y de cerebros pusilánimes demasiado pequeños para comprender que se postulan a este cargo. La máquina propagandista que han montado dice que Chile Lindo no llevará a la destrucción de la raza humana. Yo no les creo, y estoy cansado de que pretendan quitar los derechos de los individuos sobre la base del prejuicio, la información inadecuada, el positivismo histórico o la simple falsedad.

Doña Sara dice: no matarás. No mataremos más jureles. Se acabó la explotación de los recursos naturales. Para detener la catástrofe ecológica que se avecina, el convervacionismo impera. Envasaremos agua de mar en los tarros, siempre y cuando los consumidores se comprometan a vaciarla de vuelta al mar.

Don Joaquín dice: desde el primer día de mi gerencia, implementaré un novedoso sistema de conservas cónicas, ya van 10 años de conservas cilíndricas y no hemos avanzado nada. También implementaré una línea 800 para los consumidores de "Chile Lindo". Ah, y no me pregunten por mi currículum, porque eso es cosa del pasado.

Para visitantes extranjeros: ARTURO centro centro, RICARDO socialista renovado, JOAQUIN derecha, SARA ecologista, TOMAS humanista, GLADYS comunista.

Plagiofilia y plagiosíntesis

La copia es algo realizado por personas. Por lo tanto, la pregunta debería ser ¿por qué copiamos? o ¿por qué copian? más que ¿por qué existe la copia?. De esta simple observación podemos partir, porque a continuación deberíamos preguntarnos cuál es la persona y cuales las circunstancias, o cuál es el organismo y cuál es el sustrato.

¿ Niños o Adultos ?

Admitamos lo siguiente: madurar, crecer, es un proceso eminentemente contínuo, lo que no parecen muy cuerdo pensar que a los 17 años 11 meses y 30 días uno es un niño y al día siguiente un adulto hecho y derecho.

Los alumnos que entran a la carrera de ingeniería tienen en promedio unos 18 años. Diremos entonces que no son ni niños, ni adultos, sino algo intermedio. Los sicólogos y sicopedagógos que le den el nombre que quieran: lo importante para nosotros es que no son niños ni adultos tampoco.

Dado que no son niños, no se les puede tratar como tales: cualquier tipo de comportamiento tutelar o impositivo es violentamente rechazado. Por otro lado, dado que no son adultos, no puede uno pretender que se comportarán como tales. Éste es un hecho muy real y que al mismo tiempo es el que genera los mayores problemas a profesores, auxiliares y ayudantes, cuando sus alumnos les salen con alguna "sorpresa".

¿ Por qué copiamos ?

Creo que hay varios casos, pero los dos casos base me da la impresión que pueden frasearse así:

NO PUEDO= Porque el ramo es muy difícil y no podemos aprender

NO QUIERO= Porque el ramo es muy aburrido y no queremos aprender

Un sistema de seleccion perfecto garantizaría que todos los alumnos que ingresen son capaces de salir siendo ingenieros. Las imperfecciones son: falsos negativos (personas que no ingresan a la U teniendo las capacidades) y falsos positivos (personas que ingresan a la U y no tienen las capacidades).

Desde varios puntos de vista, un falso positivo es mucho más costoso que un falso negativo. Mi impresión es que eso es lo que se buscó al reducir las matrículas de 700 a 500 mechones (y bajar la exigencia en primer año, pero eso es harina de otro costal - antes un alumno que ingresaba a primero tenía 1/3 de prob. de pasar, 1/3 de repetir y 1/3 de tener que irse, hoy los alumnos que se van en primero son muy pocos).

De modo que "no puedo" no parece ser una postura muy defendible. De todos modos el sistema muchas veces hace insustentable que un alumno pase un ramo sin aprender: la mayoría de las veces eso hace más y más difícil la carrera ej.: es imposible aprobar mecánica sin haber aprendido algo de física básica; así que esta postura no es muy racional pero nadie es perfectamente racional menos aún cuando está desesperado.

Eso lleva nuestra mirada al segundo caso base: "no quiero (estudiar/ aprender/ sacrificarme por) este (ramo/ tema del curso) porque (es fome/no me sirve para mi carrera)". Aquí creo que es importantísimo enfatizar, una vez más, que el aprendizaje es un proceso mediante el cual un estudiante construye una representación del mundo, y como tal, es un proceso que involucra a la voluntad.

Pocas personas lo entienden así: si entró a la escuela, es por algo; no somos niñeras; los alumnos no entienden donde están parados. Todo esto es cierto, pero desde esa postura no mejoramos nada, nada se soluciona.

¿ Cómo avanzar hacia una solución ?

1. La ocasión hace al ladrón: en una facultad con recursos se puede finanziar el tener ayudantes y auxiliares que ayudan a la corrección. Una prueba con alternativas es una tentación demoníaca para todos los que deben corregir un gran número de pruebas, pero al mismo tiempo es pedagógicamente una torpeza.

2. La carrera y el ramo: aprendemos al relacionar conceptos entre sí. Un concepto no relacionado es fácilmente olvidado. Los profesores tienen la opción de pasar sus contenidos disociados de lo que el alumno está construyendo en su cabeza, o de darles claridad sobre cómo se relaciona su ramo con la carrera que están estudiando, y ayudarlo a construir esas relaciones que dan un aprendizaje duradero.

3. El estudiante comprometido: los alumnos que ingresan a primer año no tienen idea a que entraron. Honestamente creo que la mayoría empezamos a entender recién en tercero o cuarto qué es lo que hace un ingeniero. Todo esfuerzo de los docentes de hacerles entender a sus estudiantes cuál es el contexto, los problemas que motivan y la raíz de las teoría que estudian es un esfuerzo que dará frutos.

4. Los profesores comprometidos: con la labor formadora, con el proceso de maduración de sus alumnos. El tan cliché "rol formador valórico de la universidad" no es más que una forma pomposa de decir que se está tratando con personas que, por la edad que tienen, están forjando su carácter y eso no puede soslayarse.


Publicado en la revista "Contraejemplo", en Mayo 2001

Ser adulto joven

Todos los jóvenes en mayor o menor grado compartimos una forma de ser común caracterizada por grandes ideales y energía para llevarlos a la práctica. Nótese que hablo de ideales, no de ideologías. Los ideales pueden existir con o sin ideologías, como por ejemplo cuando alguien sale de la escuela y quiere trabajar activamente, hacer un trabajo de buena calidad o esforzarse por competir sanamente y alcanzar la excelencia. Todos los ítems anteriores son "ideales" para algún grupo de personas.

El mundo "adulto" por así decirlo, está mucho menos empapado por los ideales. En el plano profesional, por ejemplo, es común encontrarse con compañeros que hicieron la práctica profesional, y comentan acerca de lo flojos, o desorganizados, improductivos entornos de trabajo que encontraron, y cómo los adultos tienden a ser profesionales desgastados, con poco ánimo de innovar e intelectualmente "dormidos", sumidos (sin intenciones panfletarias) en el ser funcionales al sistema, en llevar el paso de la máquina, en echarle para adelante movidos primariamente por el egoísmo y la inercia.

Ahora bien, esos mismos adultos fueron en su ocasión jóvenes idealistas, como tú o yo, que se fueron convirtiendo en lo que son a pesar de que seguramente hicieron planes "no vamos a cambiar", "no nos vamos a vender al sistema", "nos va a importar más la felicidad que el dinero", etc. Y ni tú ni yo tenemos aún la experiencia de qué es lo que pasa que los va convirtiendo. Ojo que me refiero a la EXPERIENCIA no al simple conocimiento.

El desafío de ser adulto-jóven, es, para mí, el desafío de entender como ocurre esa transformación y prepararse para estar dispuestos a hacer las concesiones necesarias sin perder lo fundamental. Está claro que cualquier análisis simplista del tipo "a mi no me va a pasar" no tiene resultados positivos.

Si todos nosotros nos ponemos de acuerdo en fijarnos cómo ocurren los cambios que terminan con gran parte del idealismo y las buenas intenciones, y asumimos el paso al mundo adulto con una perspectiva más inteligente y sensible que nuestros predecesores (nuestros padres), podemos llegar, realmente, a generar cosas mejores para la humanidad.

Está claro que si no le ponemos atención no tiene caso. Está claro también, y esto es lo más importante, que la gente que pierde sus ideales de un mundo mejor, sea de la forma que sea, en general no es tonta, sino que se ve sometida a otras fuerzas y obligaciones que aún no hemos experimentado y por lo tanto no hay ningún indicio de que lo podamos asumir bien.

Excepto tener consciencia de ello, y esa es mi parte al escribir esto, y estar preparado para mantener las conviciones, anhelos y buenos propósitos.

Y esa es tu parte del cuento.

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